lunes, 20 de octubre de 2014

Sálvanos.


Lo más difícil de extrañarte
es tenerte a lado
lo más complicado de amarte
es no sentirte.

La ciudad llora nuestra ausencia,
abandono de ti, de mi,
ni la lluvia puede creer que no nos tenemos,
del todo.

¿Quién puede salvarme de ti?
¿Quién puede salvarte de ti?
Mas que tu mismo.

Quiero recorrer tus miedos,
lamer tus ansiedades,
arrancarlos,
quemarlos,
desaparecerlos.

Para tenernos.

¿Aún palpito dentro de ti?
¿Aún nos soñamos?

Termina éste juego de sangre
comienza con mi boca,
refúgiate en mis muslos,
humedece mi alma,
baño tus ganas.
Hagamos que los mares,
nos envidien de tanto querernos.

Y que el sinónimo de delirio
sea nuestros nombres.